miércoles, 19 de agosto de 2015

SÁNSCRITO ÉPICO

Juan Manuel Pérez García
Escritor, editor y docente

Periodo al que pertenecen las grandes epopeyas de la India: El Ramayana y El Mahabharata. Ambas son para los hindúes historias ejemplares, que permiten al lector la completa purificación de los pecados.


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Editoriales | Académicos

El Ramayana

Sólo dos culturas antiguas poseen destacadas epopeyas: Grecia, con las magníficas obras de Homero: La Ilíada y La Odisea, e India, con los reconocidos poemas escritos por Valmiki y Vyasa: El Ramayana y El Mahabharata.
El Mahabharata ha sido comparado con la Ilíada (y también con la Teogonía de Hesíodo y la Tebaida de Estacio), comparaciones semejantes han querido establecerse entre el Ramayana, de Valmiki, la Odisea, la misma Ilíada y las Metamorfosis de Ovidio. De todo ello participa y a nada se parece exactamente el Ramayana (Pérez, 1969, p. 44).
Acerca de la fecha de composición de esta obra existen grandes divergencias. Algunos especialistas consideran que Valmiki vivió en el siglo V, otros afirman que fue en el siglo VIII y, por último, críticos occidentales consideran el poema mucho más moderno y lo datan en el siglo III; todas estas fechas anteriores a nuestra era (Gasco, 1970, p. 5). El Ramayana es la historia de la conquista de la ciudad de Lanka por el rey Rama y canta la gloria de la Dinastía Solar.

El poema épico se transmitió por tradición oral durante siglos hasta llegar a Valmiki, quien le dio forma al fijarla en texto escrito. Cuenta la hazañas del rey Rama, héroe que vence a su antagonista Rávana; mismo que había raptado a Sita, esposa del protagonista. Tras el enfrentamiento, el personaje central se apodera de la ciudad de Lanka. El asunto está basado en un hecho real, teniendo la obra antecedentes históricos. Se piensa que por los siglos XIV o XIII a. C., se realizó la expedición de Rama al sur de la India, a la isla de Ceilán, actual Sri Lanka.
La historia de Rama es la más popular y venerada, al grado de que existen, diseminadas por toda la India, millares de capillas y hornacinas dedicadas tanto a su culto como al de Hanuman, el rey mono que ayudó al príncipe a rescatar a Sita, su mujer. En la India se toma a los personajes principales de esta narración como modelos en lo referente a amor, fidelidad, heroísmo y amistad (Rohde, 2000, p. X).
Valmiki
Valmiki escribió esta epopeya mucho después de los acontecimientos, apoyado en la historia legendaria que surgió entorno del personaje central. Sobre el autor giran también varias leyendas. Algunas tradiciones lo presentan como padre de la poesía sánscrita, al establecer los principios de la lírica ornamental, misma que culminaría plenamente en el estilo conocido como kavya; por este motivo se considera que El Ramayana es la fuente de la literatura sánscrita y se le llama Adikavya «primer poema culto». Otra historia acerca de Valmiki, que se encuentra en la misma epopeya, dice que él era un ladrón, que en algún momento de su vida se detuvo a reflexionar sobre sus actos, se sentó sobre un hormiguero y todas las hormigas cubrieron su cuerpo, de ahí que su nombre signifique «hijo del hormiguero». A partir de este suceso se convirtió en devoto y conocedor profundo de los vedas.

Ramayana: Batalla entre monos y raksasas (ilustración)

En la mitología brahmánica, Valmiki es considerado uno de los avatares de Brahmán, hijo de Brahma, divinidad perteneciente a la Trimurti. Esta divinidad tuvo cuatro hijos varones, los cuales eran: Brahmán, el sacerdote; Chatrya, el guerrero; Vaisya, el agricultor, y Sudra, el servidor. De cada uno de ellos procede, según la tradición, las cuatro castas principales en la India.
Durante el primer avatar, Brahmán se metamorfoseó en el cuervo-poeta Kakabusonda; en el segundo, fue Valmiki, primero paria, después bandido y finalmente austero devoto y famoso intérprete de los vedas; en el tercero fue Vyasa, autor del Mahabharata y durante la cuarta encarnación fue Kalidasa, autor de Sakuntala (Gasco, 1970, p. 11).

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Transcripción | Corrección | Reseñas

El Ramayana está compuesto por 24 mil dísticos (estrofas de dos versos), que resultan 48 mil versos, ordenados en seis kandas o secciones, los cuales son:

I. Balakanda. Trata la genealogía de la Dinastía Solar y de la infancia de Rama.
II. Ayodhyakanda. Juventud, matrimonio con Sita y exilio de Rama en medio de la selva.
III. Aranyakanda. Vida de Rama en los bosques y rapto de Sita por Ravana.
IV. Kishkindhakanda. Estancia de Rama en el país de los monos.
V. Yuddarakanda. Rama marcha hacia Lanka y entrevista de Hanumat con Sita.
VI. Uttarakanda. Muerte de Rávana a manos de Rama, conquista de Lanka y regreso a Ayodhya.

Acerca del protagonista, es oportuno recordar que él:
Desde el punto de vista de la mitología brahmánica, la vida y las hazañas del príncipe Rama constituyen la séptima de las nueve encarnaciones o avatares del dios Vishnú, que primero fue pez, luego jabalí y sucesivamente tortuga, león, el enanito Trivik Rama, brahmán que vence a los enemigos de la India, el príncipe Rama, el príncipe Krishna y finalmente Buda, hasta ahora su noveno y último avatar (Gasco, 1970, p. 6).

El Mahabharata

El Mahabharata es la más larga epopeya de todas las que existen en la literatura universal, pues equivale a ocho veces la Ilíada y la Odisea juntas. El título significa: «La gran guerra de los Bharata» y la obra está conformada por 100 000 slokas, estrofas de dos versos y dieciséis sílabas, equivalente a uno 260 000 hexámetros (Rodríguez, 1987, p. 11), divididos en dieciocho libros o parvas, los cuales son:

1o Adiparva
2o Sabhaparva
3o Vanaparva
4o Karaitaparva
5o Virataparva
6o Vidyogaparva
7o Dramaparva
8o Karmaparva
9o Saliaparva

10o Soptykaparva
11o Striparva
12o Santiparva
13o Anusasahaparva
14o Asmavamedikiakaparva
15o Assamaparva
16o Mosalaparva
17o Mahaprasthanikoparva
18o Svargarohanaparva


Vyasa
Se calcula la edad de composición entre el siglo V a. C. y el inicio de nuestra era; y es atribuida a un personaje mítico llamado Vyasa, el cual, según una leyenda, es el tercer avatar de Brahmán; sin embargo parece indudable que este texto es el resultado de un largo proceso de recopilación, que se fue engrosando debido a las interpolaciones de diferentes autores. Así como El Ramayana canta la gloria de la Dinastía Solar, en esta obra se glorifica a la Dinastía Lunar.

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Poesía | Cuento | Regularización

Seguramente las dimensiones del primitivo poema distaban mucho de ser tan vastas cómo las del actual. La trama central puede resumirse de la siguiente manera: narra la lucha fratricida que enfrenta a dos ramas rivales de una misma familia real, una constituida por los Pandavas (hijos de Pandú) y otra por los Kaurabas o Kurus (hijos de Dhritarashtra). Aparecen también otras diversas narraciones que fueron intercalándose con el tiempo, relativas a diversos héroes y santos, que pasan a ser historias que giran entorno al asunto primordial. Algunas de éstas son: El mar, Nala y Damayanti, Savitri y Sativa y El Bhagavad Gita.

Respecto a esta monumental obra de la literatura sánscrita, el filólogo, helenista y miembro de la Real Academia Española, Francisco Rodríguez Adrados, comenta:

Más que una epopeya con un autor y un desarrollo regular y unitario, El Mahabharata es un repertorio de toda la poesía popular y religiosa de la antigua India en torno a un núcleo que le da su nombre: «La gran epopeya de la lucha de los bharatas» (Rodríguez, 1987, p. 9).

El mismo estudioso a lo anterior agrega:

El Mahabharata llegó a ser una enciclopedia de toda la leyenda, la religión, la moral y las ideas de la India antigua. Este pueblo, carente de nuestro afán occidental de considerar la obra literaria como un todo que tiene derecho hacia un fin, vio allí algo más importante, unitario también a su manera: el espejo de toda su cultura (Rodríguez, 1987, pp. 12-13).

El Mahabharata, al igual que El Ramayana, es para los hindúes una historia ejemplar y de un claro carácter didáctico, que permite al lector, dentro de la visión del mundo de este vasto país, una completa purificación de los pecados, como se hace notar en uno de sus pasajes, en el cual se menciona que su lectura destruye todo pecado y engendra la virtud; por tal motivo el leerlo conduce al cielo cuando se muere.

Referencias bibliográficas
GASCÓ Contell, Emilio. Introducción a El Ramayana de Valmiki. México, Ediciones Ateneo, S. A., 1970.
PÉREZ D., Ramón. Historia Universal de la Literatura. Barcelona, Editorial Ramón Sopena, S. A., 1969.
RODRÍGUEZ Adrados, Francisco. Introducción a Nala y Damayanti. Madrid, Cátedra, 1987 (Letras Universales 82).
ROHDE, Teresa E. Introducción a El Ramayana de Valmiki. México, Porrúa, 2000 (Sepan cuantos... 190).

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