La Plaza de la Constitución, en la Ciudad de México, durante el siglo XIX, tuvo un aspecto poco conocido por sus actuales habitantes: era un ameno paseo cubierto por frondosos árboles y bulliciosas fuentes.
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¡Tended la vista! ¡Hermoso espectáculo! La mitad de México se desarrolla ante vuestros ojos, y más allá de las torres y azoteas de esta ciudad de palacios, la llanura tapizada de grama que termina las lagunas, y al fin las colinas y montañas que cierran el valle.
Catedral Metropolitana |
Transcripción | Corrección | Reseñas |
Este edificio es la residencia de los Supremos Poderes de la Nación, los archivos, las oficinas, etc. Fue en un principio propiedad de la familia de Cortés: el gobierno de España lo compró para sus virreyes en 33 300 pesos. No teniendo toda la capacidad necesaria, fue reedificado el año de 1693. Diversas ocasiones se ha tratado de variarle la fachada, pero los costos de la obra han detenido a los gobiernos mexicanos, y se han contentado con composturas parciales.
La Catedral forma otro de los costados de la Plaza. Este edificio, que será objeto de un artículo especial, es muy hermoso, y pasa, con muy justa razón, por uno de los primeros templos de la América. A su lado está el Sagrario o primer parroquia de México, al frente y costados cerrando el atrio, el hermoso y poético Paseo de las Cadenas, con sus copados y verdosos fresnos.
Poesía | Cuento | Regularización |
Palacio Nacional |
La plaza empedrada y cruzada por anchas aceras, para comodidad del público. En el centro iba a levantarse un monumento en honor de la Independencia. Llegó a construirse el zócalo; pero la obra no pasó adelante.
Luis G. Ortiz
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